Seguirán operativos de ICE en restaurantes, campos de cultivo y hoteles
El gobierno revirtió una orden de la semana pasada donde se daria una tregua a estos establecimientos

Este lunes, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) pidió revertir la orden que según reportes el presidente Donald Trump dio hace apenas unos días e instruyó a los agentes federales a que continúen realizando redadas para detener a inmigrantes indocumentados en lugares agrícolas, restaurantes y hoteles, informó el diario The Washington Post citando fuentes con conocimiento del tema.
Los informes sobre esa orden informal de Trump causaron la semana pasada sorpresa por el giro que suponía a su estrategia llevada a cabo hasta ahora. De acuerdo con el reporte del Post, líderes de DHS pidieron seguir yendo a esos lugares de trabajo, donde la mano de obra inmigrante es vital, en una llamada con representantes de 30 oficinas de campo a través del país.
La marcha atrás se venía gestando desde el domingo, de acuerdo con ese medio. También el fin de semana, Trump pidió en una publicación en redes sociales priorizar las detenciones y deportaciones de inmigrantes indocumentados en ciudades como Los Ángeles y Nueva York, epicentro de recientes protestas en contra de los operativos de ICE y que son gobernadas por demócratas.
Stephen Miller, subjefe de gabinete de la Casa Blanca y principal artífice de las políticas migratorias de Trump, también pidió que ICE realice al menos 3,000 arrestos diarios, en comparación con los aproximadamente 650 diarios que se concretaron durante los primeros cinco meses de este segundo mandato de Trump.
Qué había dicho Trump sobre los cultivadores
El gobierno estadounidense había ordenado a ICE suspender los arrestos en granjas, restaurantes y hoteles, después de que Trump expresara su alarma por el impacto de la aplicación agresiva de la ley, de acuerdo con reportes.
El diario The New York Times fue el primero en revelar que Tatum King, funcionario de la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional e ICE, había escrito el jueves a los líderes regionales para que suspendieran las investigaciones en negocios de hostelería y en la industria agrícola, incluyendo empacadoras de carne, restaurantes y hoteles.
Un funcionario del gobierno que habló bajo condición de mantener su anonimato confirmó después a la agencia AP el contenido del mensaje.
El Departamento de Seguridad Nacional no lo cuestionó. “Seguiremos las instrucciones del presidente y seguiremos trabajando para sacar de las calles de Estados Unidos a los peores delincuentes extranjeros ilegales”, declaró Tricia McLaughlin, portavoz de Seguridad Nacional.
Este cambio sugería que la promesa de Trump de deportaciones masivas tiene límites si amenaza a las industrias que dependen de trabajadores que se encuentran en el país sin autorización.
El pasado jueves, escribió en su red Truth Social que desaprobaba cómo se estaban viendo afectados los agricultores y los hoteles. “Nuestros agricultores y la gente del sector hotelero y de ocio han estado diciendo que nuestra política de inmigración les está quitando a trabajadores muy valiosos y veteranos, y que esos empleos son casi imposibles de reemplazar”, publicó.
“En muchos casos, los delincuentes a los que se les permitió entrar a nuestro país gracias a la estúpida política de fronteras abiertas de (Joe) Biden están solicitando esos empleos. Esto no es bueno. Debemos proteger a nuestros agricultores, pero sacar a los delincuentes de EEUU. ¡Se avecinan cambios!”, avanzó ya entonces el republicano.
Si bien la presencia de ICE en Los Ángeles ha captado en los últimos días la atención pública e impulsado a Trump a desplegar la Guardia Nacional y a los marines, la presencia de las autoridades migratorias también ha aumentado en granjas y fábricas de todo el país.
Las empresas agrícolas de California aseguran que las redadas en plantas empacadoras y campos amenazan a las empresas que abastecen gran parte de los alimentos del país.
Por ejemplo, decenas de trabajadores agrícolas fueron arrestados después de que agentes uniformados se desplegaran en granjas al noroeste de Los Ángeles, en el condado de Ventura, conocido por el cultivo de fresas, limones y aguacates. Otros están faltando al trabajo ante el creciente temor.