Prepárense para perder una hora de sueño: Este domingo cambiamos los relojes a horario de verano

En Estados Unidos, el cambio de horario de verano es una práctica que busca aprovechar mejor la luz solar durante los meses de primavera y verano. Consiste en adelantar los relojes una hora al inicio de la temporada de verano y devolverlos a su horario habitual en otoño. Este ajuste se realiza para alinear las horas de actividad con la luz solar disponible, lo que se espera reduzca el consumo de energía, especialmente en la tarde.

El horario de verano comienza el segundo domingo de marzo, cuando los relojes se adelantan una hora, y termina el primer domingo de noviembre, cuando se retroceden una hora.

El próximo cambio de horario será el domingo 9 de marzo de 2025, cuando se adelantarán los relojes a las 2:00 a.m. (hora local) a las 3:00 a.m. En este momento, se perderá una hora de sueño.

En cambio, al finalizar el horario de verano, el domingo 2 de noviembre de 2025, los relojes se retrocederán una hora a las 2:00 a.m., lo que nos permitirá ganar una hora de sueño.

El principal beneficio del horario de verano es el ahorro de energía. Al tener más horas de luz natural por la tarde, se reduce el uso de iluminación artificial en hogares y oficinas.

Además, se promueve más actividad al aire libre, lo que podría ser positivo para la salud. Se estima que esta práctica también mejora la productividad y la economía en sectores relacionados con el turismo y el entretenimiento.

No obstante, los beneficios no están exentos de críticas. Aunque se ha argumentado que el ahorro energético es significativo, estudios recientes indican que, con el avance de la tecnología y el uso de dispositivos más eficientes, los ahorros son menores de lo esperado.

Además, el cambio de hora afecta el ciclo de sueño, causando problemas de adaptación en muchas personas, como fatiga, insomnio y un mayor riesgo de problemas cardiovasculares en algunos casos.