El episodio no hubiera pasado a ser otro incidente más de los tantos que ocurren en un vuelo normal, especialmente en un trayecto trasatlántico, pero las dimensiones que tomó, según algunos pasajeros, no lo hizo muy gracioso.
La aerolínea Delta confirmó el fin de semana, que el vuelo DL194 de Atlanta a Barcelona tuvo que dar marcha atrás, tras casi dos horas de haber despegado del Maynard-Jackson International Airport, porque un pasajero a bordo tenía un “problema médico”.
El vuelo se vio obligado a regresar después de que un pasajero tuviera diarrea “durante todo el vuelo”, dijo el piloto del Airbus A350, argumentando que el episodio causaba un gran riesgo biológico para todas las personas a bordo.
“¡Mi compañero estaba en ese vuelo! Fue bastante malo. Estaba goteando por el pasillo y olía fatal. El desinfectante con aroma a vainilla que se usó solo hizo que oliera a estiércol de vainilla”, escribió una persona en el post original.
“Nuestros equipos trabajaron de la manera más rápida y segura posible para limpiar a fondo el avión y llevar a nuestros clientes a su destino final. Pedimos disculpas sinceras a nuestros clientes por el retraso y los inconvenientes en sus planes de viaje”.
El vuelo estaba a unas dos horas de distancia cuando Business Insider informó que tenía que dar marcha atrás, según informó Channel2, citando a un aficionado a la aeronavegación que incluso publicó el audio del piloto dando a conocer de la emergencia médica y sanitaria a la torre de control.
El vuelo acabó retrasándose unas ocho horas antes de despegar de nuevo hacia Barcelona.
